Las murallas de la ciudad de Corciano, bien conservadas en la actualidad, se remontan a los siglos XIII y XIV. Antiguamente, el cerco estaban compuesto por un doble muro.
Las noticias más ciertas datan del período posterior a la entrada de Corciano en el sistema estratégico-defensivo de Perugia, ciudad dominante en aquella época.
Una de las primeras restauraciones de las murallas de la ciudad se realizó alrededor de 1453, después del ascenso al poder de Braccio Baglioni, importante figura política que gobernó la ciudad de Perugia y sus territorios anexos hasta 1473.
A este período se debe la construcción de dos pozos, de un aula para las asembleas públicas y, especialmente, la nueva torre de Puerta Santa María.
Entre las torres principales de la ciudad, también se aprecia la Torre comunal, situada cerca del conjunto monumental de San Antonio Abad. Se cree que fue edificada en el lugar donde antes se encontraba el núcleo etrusco-romano.
Las torres, las murallas y los edificios representan un magnífico marco que ennoblece el panorama de la ciudad.