La Iglesia de San Francisco

La iglesia, de origen gótico, se encuentra en las afueras de las murallas de la ciudad y conserva en su interior obras sagradas medievales y renacentistas como pinturas, tablas e inscripciones.
Fue construida en 1223 para recordar el día en el que San Francisco se detuvo en Corciano después de haber trascurrido la Cuaresma de 1211 cerca del Lago Trasimeno.
El exterior se presenta con una fachada polícroma rosa y blanca.
Su interior evidencia la estructura arquitectónica típica del estilo franciscano.
Conserva, también, las tumbas de las familias ricas de Corciano como por ejemplo de las famillas Doni, Ballarini y Graziani.
Recientes restauraciones han eliminado los cambios aportados al edificio en el curso del siglo XVII, de tal manera, han puesto en evidencia muchas de las antiguas decoraciones.